martes, 22 de mayo de 2012

El caso de Bankia irrita por previsible

Guillem López Casasnovas: "El caso de Bankia irrita por previsible"
Desde su perspectiva como consejero del Banco de España y catedrático de la UPF, López-Casasnovas nos da una visión realista del futuro económico e insta a fundamentarlo en el trabajo, la autocrítica y el rigor
"Destituir al gobernador del Banco de España es un ataque a su independencia tan grave como que sea una auditoría externa la que venga a analizar el sector".
¿Cómo se entiende, la pésima acogida que los mercados han hecho de la enésima fase de la reforma financiera?
Creo que se inscribe en un contexto general de pesimismo sobre el futuro del euro, ya que está cayendo en Grecia y también tiene que ver con las nuevas situaciones electorales surgidas en varios países del área. Finalmente, también tiene relación con el hecho específico que se ha producido en España: unas provisiones indiscriminadas con que nos hemos pasado de frenada sin que que-di claro quién y cómo las proveerá.

¿La UE está cumpliendo la lealtad debida respecto de la situación financiera española?
De momento, parece que se está ganando tiempo para que sea la banca local la que vaya asumiendo la deuda soberana española.
Muchos temen que se esté intentando minimizar el impacto de un eventual descalabro del Estado en el conjunto del club europeo y, paralelamente, también se estaría reduciendo el interés para salvarnos.

La economía catalana y la española no se saldrán sin el empuje del consumo exterior.
Europa debe ayudar reduciendo la austeridad en los estados que se lo puedan permitir y que compense la que tenemos que hacer nosotros.
También podría ser que Europa dudara de si el Estado heterogéneo que tenemos, con una Andalucía dirigida por un gobierno contrario a la consolidación, tiene suficiente músculo para reconducir la economía.
Y aquí pagaríamos justos por pecadores, ya que los analistas no afinan lo suficiente para ver que hay territorios que sí aplican la austeridad de manera muy rigurosa.

Algunos observadores creen que se podría haber recurrido a los fondos de rescate europeos para inyectar dinero a la banca española en lugar de agotar el Fondo de Garantía de Depósitos o de acudir a fondos públicos desde donde se escatiman dinero a las prestaciones sociales.
¿Qué garantías o posibilidades hay de obtener estos fondos?
De momento no hemos conectado la deuda de los bancos con el dinero público, aunque esto se ha afirmado mucho por esta conjura contra la ortodoxia del Banco de España.
Cuidado con la confusión de quién y de cómo defender mejor el ciudadano.
El fondo de rescate no se da, se pide.
Y es muy probable que, si se concede, se otorgue con contrapartidas que en este momento desconocemos.

El Banco de España ha pasado muchos años aparentemente ajeno a la situación y las perspectivas reales del entorno económico y financiero.
¿No habría que hacer limpio, con una buena autocrítica?
Si no es así, ¿cuáles son los indicios erróneos que atenuarían esta responsabilidad?
El sistema financiero no es el causante de la crisis.
Esta viene causada por una sociedad que vive de prestado y una economía que se dedica a una actividad de ladrillo sin futuro.
Esta era la España que "va bien" del señor Aznar y, después, la del señor Zapatero.
Las finanzas, sin duda, han acompañado el proceso. Respecto a cualquier acción contundente para pararlo, si el Banco de España lo hubiera hecho suya, tampoco lo habría podido salir adelante sin que los responsables de la política económica hay colaboraran.
El Banco de España también es "banco de bancos" y no se podía dedicar ni tampoco puede hacerlo ahora a desencadenar controversias externas para generar más dudas sobre el estado de algunas entidades.
Hablo muy especialmente de unas cajas que en su funcionamiento y en su gobernanza eran incomprensibles para los analistas internacionales.
El trabajo que hace el supervisor es callado, de inspecciones, instrucciones y circulares.
Pero a la hora de los decretos y las órdenes, cuando con la persuasión no basta y hay que actuar por otras vías, el que manda es el gobierno.
Cabe decir que el regulador no siempre le ha contradicho y que, si lo ha hecho, no ha sido tanto en la materia financiera como en el capítulo de reformas estructurales.
De hecho, este último ha formado parte del problema.

Pero hemos tenido un Banco de España muy personalizado en su máximo representante, que, aunque estos límites a su capacidad de actuación, no ha estado de hacer recomendaciones ajenas a su cargo, como ahora, precisamente, sugerir determinadas reformas estructurales o medidas polémicas como el abaratamiento del despido.

En un momento dado creo que percibió que sin una reactivación económica ni las pruebas de estrés bancario ni más aprovisionamientos solucionarían el problema:
era el denominador (el PIB) y no el numerador (la solvencia) lo que podía reequilibrar la ratio.
Y esta reactivación requiere, en opinión de muchos expertos, introducir reformas estructurales, condición necesaria pero no suficiente para una nueva economía.
Los políticos que ahora miran para otro lado decían que no era necesario, que los brotes verdes estaban emergiendo, que con más keynesianismo remuntaríem, y esto lo señalaban allí donde nosotros veíamos un incesante crecimiento de la morosidad y un déficit público galopante.

Descartada una dimisión o una destitución del cuestionado Fernández Ordóñez, qué perfil debería tener, su sustituto, a partir del próximo verano para represtigiar la institución?
La destitución de alguien que acaba su mandado en el mes de junio y que por motivos políticos se quiere forzar sería otro ataque a la independencia de la institución; tan grave como permitir que sean auditorías externas las que hagan la radiografía del sector.
El prestigio se pierde rápidamente y se tarda en recuperar. Quitarse de encima las responsabilidades políticas propias con este alto coste institucional demostraría irresponsabilidad. El nuevo gobernador tendrá trabajo.
No veo claro que muchos de los nombres que circulan puedan estar a la altura de esta tarea.

A grandes rasgos, cuál debería ser la política del nuevo gobernador, teniendo en cuenta que cuando tome posesión del cargo aunque habrá flecos pendientes de las diferentes reformas?
La transparencia en la regulación y en su cumplimiento es el objetivo primordial.
Y también será clave mantener la distancia respecto a la interferencia política enfermiza en que a menudo están instalados muchos órdenes de la vida socioeconómica española.
Por eso nos blinda a todos nosotros, los consejeros, durante seis años.
Como consejero, ¿ve bien la reclamación de Fernández Ordóñez, suscrita recientemente por la misma Asociación de la Banca Española (AEB), de otorgar más atribuciones y potestades al Banco de España?
Por ejemplo, si el supervisor dispusiera de herramientas preventivas y vinculantes,
¿cree que saldríamos ganando, en eficacia? ¿
O todo es un simple formalismo, como argumenta el ministerio?
Creo que es absolutamente necesario que haya más potestad para el supervisor.
Que el Banco de España falten prerrogativas de actuación y tenga que pasar en exceso por el filtro político es un error.
El mismo proceso para el nombramiento del nuevo gobernador es un síntoma.
¿Podría ser que el cruce de acusaciones entre gobierno español y el regulador responsabilizándose mutuamente de la persistencia de la crisis financiera comporte la entrada de un gobernador muy politizado?
Espero que no. Pero si esto se produce, el peligro vendrá tanto de la obediencia al poder político como de la creencia de que gesticulando de manera reiterada se muestra una supuesta independencia.
¿El caso de Bankia escandaliza contribuyentes, oposición y observadores internacionales?
¿Por qué se ha hecho tan mal y qué garantías hay que exigir a partir de ahora a sus gestores?

Lo que ha pasado a Bankia irrita más en la medida en que era previsible: la falta de atención a las medidas de gestión de las entidades fusionadas, la excesiva politización de los órganos de gobierno nuevos, contraviniendo lo que pedían en el Banco de España y el conocimiento de la autoatribución de unas retribuciones que menospreciaban las del mismo gobernador o de los consejeros.
Ahora, si finalmente tiene que haber dinero público, las contrapartidas son la pérdida total o parcial de sus accionistas y la confluencia de una gestión con una nueva regulación en la que también se imposibiliten retribuciones obscenas.
Los clientes de Bankia sufren por si acaba habiendo un corralito ...
Los clientes no tienen que sufrir. Si acaso, tal vez les tocará hacerlo a los accionistas.
¿Existe la legitimidad o la posibilidad de reclamar responsabilidades legales a algún directivo, sea de Bankia o de cualquier otra entidad?
Si no se demuestra que se ha incurrido en ilegalidades no lo veo posible.
Pero en su caso, seré el primero de apoyar la exigencia de estas responsabilidades.

¿Hay algún horizonte para la reanudación del crédito? ¿De qué factores depende?
No hay buenas perspectivas si las nuevas provisiones serán realizadas los bancos por su cuenta, sin ayuda externa.
También cabe decir que la economía carece de suficiente buenos proyectos para reactivar el país.
Y un factor alimenta al otro.
Suponiendo que a medio plazo se solucione el problema de los balances de la banca, muchos vaticinan que después habrá que emprender el saneamiento de muchas de las grandes empresas ...
¿Saldremos del fuego para caer en las brasas?
No lo creo. Si finalmente solucionamos los problemas de los balances de algunos bancos, el riesgo sistémico de las grandes empresas será menor.
El consejo de política fiscal y financiera ha dado el visto bueno a la mayor parte de planes de austeridad de las comunidades autónomas salvo Asturias.
¿Ha sido una decisión coherente con la realidad o quizás responde a una voluntad de mostrar calma y control sobre la situación de cara al exterior?

Tiene un fuerte componente estético, que sin embargo va bien.
Aunque mirar los detalles seguro que genera interrogantes.
Los diversos territorios son cercanos a sus programas el ahorro educativo y sanitario que dice el gobierno español a pesar de que quienes los deben aplicar tienen serias dudas sobre la efectividad del ahorro.

Finalmente, procede una reflexión sobre las consecuencias que pueden tener, por un lado, la fiebre de la prima de riesgo española y, por otro, el hecho de que las agencias de rating hayan rebajado los bonos catalanes al nivel del bono basura.
No debemos hacer mucho caso, si nos lleva a la inanición pesimista. Mejorarlo está en nuestras manos.
Panorámica lúcida.
Nadie mejor que López-Casasnovas, consejero del Banco de España y catedrático de Economía en la UPF, para aportar diagnósticos no demagógicos y ofrecer soluciones para un sector que necesita más que nunca repensarse y abrir el grifo del crédito si queremos recuperar el ritmo económico.
Aunque en los últimos cinco años no han faltado momentos cruciales para un sector acusado de ser desencadenante o al menos coadyuvante necesario de la crisis, ahora asistimos, por un lado, a una nueva ola de requisitos dentro del work in progress que parece que es la reforma financiera y, por otro, el recambio en la cúpula del regulador.
El Banco de España sustituirá en julio su gobernador, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, el inefable MAFO, relieve que también llama a la reflexión ya hacer propuestas de futuro.

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